CÓMO PLANIFICAR EL FINAL DE LA TEMPORADA CICLISTA, POR CÉSAR CASTRO
La llegada de Septiembre supone para la mayoría de los ciclistas una recta final de temporada. Son las últimas carreras y las piernas ya piden un descanso. Sobre este asunto queremos traeros hoy un artículo publicado en el portal Meta Volante, escrito por César Castro, licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, y asesor de rendimiento en ciclismo. Aquí lo tenéis.
(Artículo original: https://metavolante.es/la-llegada-del-mes-de-septiembre-cada-ano-suele-ser-sinonimo-de-ir-finalizando-la-temporada-de-ciclismo/)
Para muchos aficionados al ciclismo tanto de nivel competitivo como deportivo-recreativo, la llegada del mes de Septiembre cada año suele ser sinónimo de ir finalizando la temporada de ciclismo. Las carreras máster están finalizando, quizá alguna marcha ciclo deportiva a finales de septiembre o principios de octubre, o algún critérium para aquellos y aquellas que forman parte de la categoría elite/ sub23.
La escasez de competiciones ya por estas fechas, la vuelta al trabajo y a la rutina habitual para la gran mayoría, unido a toda la acumulación de carga y horas de bicicleta para muchos desde finales de diciembre y enero hace, que este contexto nos invite a plantearnos mentalmente ir desconectando de la bicicleta.
Para la gran mayoría de los aficionados y ciclo deportistas esta reducción de carga en el entrenamiento habitual de ciclismo ha de ser progresiva aplicando el principio de reversibilidad de las cargas. Buscaríamos justo lo contrario que al principio de temporada, en este caso, un «desentrenamiento» progresivo en nuestras salidas en bici que poco a poco y a lo largo de 3-4 semanas debemos ir reduciendo el volumen (horas de ciclismo semanales) y la intensidad de las mismas hasta llegar a un punto mínimo.
A niveles deportivo-recreativos, desde la experiencia en la preparación de deportistas no recomiendo un parón total y un abandono de la bicicleta durante el otoño, sino mantener 1 o 2 salidas por semana en rangos completamente aeróbicos no superando las 2h / 2h 30 min. de duración con el objetivo de mantener unas mínimas adaptaciones específicas cuando se retome por completo el entrenamiento de ciclismo.
Reducir no significa parar por completo, a nivel aficionado debemos mantenernos activos de una u otra manera, aunque con los límites muy alejados en el horizonte. Física y psicológicamente nuestro organismo necesita regenerar de ciclismo para cargar las baterías para la nueva temporada.
En este contexto el otoño y el principio del invierno se presenta como una oportunidad única para introducir otro tipo de actividades que en este momento del año nos van a beneficiar ahora, como la natación, las caminatas por la montaña, la carrera a pie, la marcha nórdica, el patinaje o el esquí de fondo cuando lleguen las primeras nieves. Toda aquella actividad con un componente aeróbico será de gran beneficio para cuando retomemos nuestro entrenamiento ciclista.
Pero no caigamos en un error común de aficionado al ciclismo que diversifica sus actividades en este periodo de transición de fin de temporada, no se trata de entrenar sistemáticamente otras disciplinas, sino de manera más espontánea y digamos indisciplinada realizar actividad física aeróbica que nos valga para la bicicleta y nos ayude a regular nuestro peso en esta época, ya habrá tiempo el resto del año para entrenamientos exhaustivos y sistemáticos encima de la bicicleta.
Tras el final de tus competiciones y tu año deportivo, no pares de golpe, reduce progresivamente tu entrenamiento ciclista y diversifica actividades, te ayudará a recuperarte física y psicológicamente para la próxima temporada a la vez que te mantienes activo.
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